Más de 500 personas llegaron al Teatro Municipal para disfrutar de un montaje que aborda temas sociales como la marginación, migrantes y discriminación.
La obra dirigida por Rodrigo Soto y escrita por Gerardo Oettinger, presentó en escena la historia de la desaparición de una amiga que detona una crisis en un grupo de travestis, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus rivales colombianas.
Ambientada en el centro de Santiago, la historia va relatando lo que sucede en las calles con la disputa de travestis chilenas y colombianas, definiendo territorios entre peleas y cuchillas. Un par de metros encima de eso, en un pequeño departamento una vieja travesti eleva una plegaria a la Virgen de Pompeya. Ruega que regrese la Kena, una protegida suya que ha desaparecido. Mientras su amiga Leila trata de vengarla, segura de que las extranjeras la mataron, pero el Lucho intenta detenerla para evitar la tragedia. En tanto, la Beyoncé, que solo quiere ser mujer, prefiere creer que la Kena se fue para otro lado con un cliente.
La idea de justicia por mano propia, hizo en el montaje que el derramamiento de sangre se vuelva inevitable, pero surge un desenlace inesperado que las confronta con sus miedos y prejuicios más profundos.
Pompeya es una obra que desde el mundo del comercio sexual habla de marginación, migrantes y discriminación. La cual está basada en testimonios y material documental.
“El travesti es una excusa para hablar de un Chile que trata a su gente como inmigrante en su propia tierra. Somos nosotros mismos excluidos”, indicó el director Rodrigo Soto.
El montaje fue interpretado por Rodrigo Pérez, Guilherme Sepúlveda, Gastón Salgado y el ganador al Mejor Actor del Círculo de Críticos por este papel, Gabriel Urzúa, quienes en conjunto lograron cautivar al público temuquense presente.