Orquesta Filarmónica de Temuco concierto IV

Compartir este evento

En el mes de junio, la Orquesta Filarmónica de Temuco, ofreció un interesante concierto enmarcado en su temporada de conciertos 2022.  Se trato de un programa que tuvo como principal pieza musical a uno de los más famosos e interpretados conciertos para Violín, nos referimos al concierto en Mi menor de Félix Mendelssohn, y que en esta oportunidad fue interpretado por el violinista Venezolano Ernesto Niño, quien está radicado en Chile y actualmente ejerce como violinista invitado en la Orquesta Filarmónica Temuco. Ernesto es un reconocido  violinista venezolano quien fue violín asistente de concertino en la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Venezuela,  además y en paralelo a sus actividades como Violinista, desarrolló una amplia actividad docente en Venezuela como instructor y tallerista titular del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.

Sobre su presentación con la orquesta, Niño señalo, que “ fue una gran satisfacción  y además un honor interpretar este concierto con una de las prestigiosas orquestas del sur de Chile, la cual cuenta además con una muy  buena calidad musical y humana “, agrego también que “ este concierto es el último como solista que Mendelssohn escribió y que fue dedicado a su amigo violinista Ferdinand David , el cual tuvo un éxito rotundo pues está en la transición entre los conciertos clásicos y románticos, y a pesar de que tiene una orquestación clásica ,el lirismo y el romanticismo están presentes en la obra en todo momento”.

El resto del programa incluyo las obras Pastorale d’Été  de Arthur Honegger, un pequeño poema sinfónico y una obra contemplativa compuesta en un pequeño pueblo de los Alpes Suizos y  la Sinfonía No.1, ICG 177  de Charles Gounod,  esta obra fue estrenada en 2 partes, la primera el 4 de Febrero de 1855 donde se interpretaron los movimientos allegrettoscherzo, este último logró un sonado éxito. La sinfonía completa se interpretó el 4 de marzo de 1855, recibiendo una calurosa recepción, tanto que lo animó a Gounod a componer una segunda sinfonía el mismo año.

Share