Las suites de ballet de Piotr Ilich Tchaikovsky nos invitan a un viaje mágico por algunos de los cuentos más queridos y evocadores de la historia. El lago de los cisnes, Op. 20a, nos sumerge en un mundo encantado de amores imposibles y maldiciones, donde la música se eleva con una mezcla de pasión y melancolía, reflejando el drama de la princesa cisne. En La bella durmiente, Op. 66a, Tchaikovsky nos transporta a un reino de fantasía en el que los personajes y las hadas danzan con una elegancia mágica, construyendo un universo de belleza y armonía. Finalmente, en El cascanueces, Op. 71a, nos embarcamos en un viaje navideño de sueños y maravillas, acompañados de una partitura que combina inocencia, alegría y un encanto cautivador. Cada suite nos abre una puerta a lo fantástico, recordándonos el poder de la música para despertar la imaginación y el corazón.